Thursday, July 7, 2011

Causas perdidas

Quisiera vivir mil años,
pero después, de seguro,
desearía otros mil,
sólo para palpar
ciertos goces diferidos
por el inexorable devenir
de los sucesos, y porque,
las causas perdidas
siempre encuentran
en un punto preciso
de la injusta línea del tiempo,
su apoteosis,
su instante glorioso,
que jamás podrán igualar
las sucesivas y crispantes
victorias de lo insulso,
de la superficie áspera
del egoísmo,
y la ambición desmesurada;
como un relámpago
palpita la certeza
de que las causas perdidas
vencen,
pero precisan mil años,
quizás mil más.

Imagen: "In the name of the father" - Jim Sheridan

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